Navarra, se puede visitar en cualquier estación del año. Tanto si se planea una escapada, como si se quiere prolongar la estancia, el Reino de Navarra tiene distintos atractivos dependiendo de la estación en la que nos encontremos.
Otoño
Uno de los mejores ejemplos de los mil tonos de esta estación es la Selva de Irati. Los Valles de Salazar o Aezkoa, la Sierra de Urbasa, las foces de Arbiun y de Lumbier y el Parque natural de Bertiz, os brindaran estampas inolvidables
La zona media, en esta época vive intensamente el comienzo de la vendimia e invita a descubrir rincones como el Monasterio de Leire, Irantzu o de la Oliva, y lugares con mucha historia como el Puente de la Reina, cruce de vías en el Camino de Santiago.
La caza os espera en las palomeras de Etxalas, y mucha diversidad de setas, las palomas o los jabalís también tienen su protagonismo.
Invierno
Esta estación se disfruta intensamente en Navarra, con el esquí de fondo, en los Valles de Salazar y del Roncal, es el instante para disfrutar del frío durante los días soleados invernales, mientras caminas por los senderos.
También podréis refugiaros en un alojamiento rural, y leer un buen libro al calor del fuego.
Los Carnavales se celebran en el febrero, destacando los de Ituren, Zubieta y Lantz.
Es buen momento para disfrutar de las alubias pochas, los quesos, las carnes, los licores y los vinos navarros.
Primavera
Es la estación perfecta para descubrir las Bardenas Reales, y recorrer en bicicleta o a pie las viejas rutas del tren: la vía verde del Plazaola, del Tarazonica o del Bidazoa.
El Pirineo se despierta en primavera, el color blanco se cambio por muchos tonos que podréis descubrir subiendo al Ori o en algunos bosques como Urbasa – Andía, Ori, Quinto Real o Irati.
También es la época para descubrir la Semana Santa de Corella, el encanto especial de algunas localidades como Elizondo, Olite o Ujué, las romerías de Roncesvalles.
Los platos estrella de la estación son la menestra, el salmón y los espárragos.
Verano
Pamplona se tiñe de rojo y blanco con los Sanfermines en julio, y en toda Navarra se celebran fiestas durante los meses estivales. Siendo los destinos más hospitalarios Estella – Lizarra, Sangüesa, Tafalla o Tudela.
Es una estación para descubrir distintas tradiciones, por ejemplo las danzas de Ochagavía.
El verano anima a descubrir la naturaleza, presente en los valles verdes navarros como el Bidasoa, Baztán y Roncal.
La cultura está presente en rincones representativos. En Olite se celebra el Festival de teatro Clásico, en Estella – Lizarra la Semana de música antigua, etc.
En la mesa adquieren un gran protagonismo los ingredientes de los huertos del Ebro.