Ceuta, pese a ser una ciudad pequeña, cuenta con un patrimonio arquitectónico singular. Recorrer la ciudad os permitirá realizar pequeños descubrimientos arquitectónicos de comienzos del pasado siglo, que sorprenderán al viajero por su destacado carácter urbano y por su audacia.
El urbanismo y la arquitectura contemporánea asimismo tienen cabida en Ceuta, tanto en el centro como en otras zonas.
Casa de los Dragones
Construcción histórica de tres plantas. Se le llama así por las grandes esculturas que adornan su cubierta. Durante la Segunda República se las quitaron, pero todavía en la actualidad es conocida con este sobrenombre.
En un comienzo se ubico ahí el Casino Africano, que poseía un mobiliario elegante y una amplia biblioteca.
Hace poco la fachada ha sido restaurado y se han colocado unas réplicas de los famosos que han sido ubicados en su situación primitiva.
Casa de los Púlpitos
Las cuatro plantas en que se divide, responde al estilo funcional de José Blein el arquitecto que la diseño, solamente alterado por la inclusión de elementos barrocos y neoclásicos, que son la razón por la que el edificio se le llama así.
Edificio de la Autoridad Portuaria
Erigido en 1929, sobre una anterior construcción de estilo palaciego, es un claro ejemplo de arquitectura modernista.
Está inspirado en una embarcación, con aleros volados, vacios en forma de ojo de buey y espacios que simulan chimeneas, para su conservación se ha restaurado en distintas ocasiones.
Edificio Trujillo
La famosa Casa Trujillo, es llamada así por la familia que mando edificarla. Tienen inspiración en las construcciones neobarrocas de las grandes calles españolas.
En su interior llama la atención una escalera de caracol, con un gran estucado efectuado por Cándido Mata.
Palacio de la Asamblea
En el terreno de las viejas Casas Consistoriales, en 1917 empieza a construirse el edificio que albergará al Ayuntamiento de la ciudad.
En su interior sobresale la escalera imperial, e, Salón del Trono, con cerámica de inspiración portuguesa, el Salón de sesiones y la rotonda.
En los años ochenta se efectúa la ampliación, por los arquitectos Antonio Ortiz y Antonio Cruz, que confieren al nuevo edificio de espacios diáfanos y funcionales, en perfecta armonía con el viejo palacio.