Es la ciudad balnearia más importante del Reino de Marruecos, sus atractivos principales: al año más de trescientos días en los que luce el sol y diez kilómetros de litoral, de arena fina.
También, esta ciudad marroquí pertenece al famoso Club de las más bellas bahías de la tierra, con un puerto deportivo en el que caben más de cien embarcaciones de recreo.
En el borde de la costa, la cornisa está preparada para dar largos paseos a la orilla de la playa, un sitio para pasear a cualquier hora del día y de la noche. Desde ahí se puede contemplar el puerto y la bahía, siempre está animada.
La Qasabah (casbas), en 1960 fue destruida por un seísmo, por lo que no se conservan en pie sus murallas con almenas. Si bien, al estar en alto se ve desde ahí toda la costa, la ciudad nueva y el puerto. La mejor hora del día para disfrutar de la vista, es la puesta del sol, cuando el sol se despide un día más.
Partiendo del centro de la ciudad, hacia sur, encontrareis un sitio para visitar, nos estamos refiriendo a la Nueva Medina, que desde principios de la década de los noventa ha sido reconstruida por el arquitecto Coco Polizzi. Arquitectura cuidada, restaurantes, tiendas de artesanía… toda una proeza, dónde la esencia marroquí se mantiene más viva que nunca. Merecen una visita el Café moro y el zoco de joyería.
Después de bañarse en la playa, nada mejor que relajarse con un tratamiento de talasoterapia en un hammam o spa. Instalaciones, a las que se puede acceder fácilmente dónde con cualquier tratamiento te revitalizaras y tonificaras, para terminar en un estado de bienestar único.
Pero al llegar la noche, podréis realizar otras actividades en Agadir para disfrutar de la noche marroquí.
Podréis probar suerte, en alguno de los numerosos casinos de la ciudad, jugando a las ruletas, máquinas tragaperras, cartas, etc.
Asimismo, podréis bailar en alguna de las doce discotecas ubicadas en la ciudad, y disfrutar de la noche en mejor compañía hasta la madrugada.