El verano poco a poco va quedando atrás y tenemos que empezar a planear nuestros viajes para la próxima estación, que os parece una escapada otoñal a la ciudad eterna, os dejamos aquí los mejores precios en vuelos a Roma.
Durante el mes de octubre, el clima de Roma es muy suave, las conocidas Ottobrate romanes, sin los calores agobiantes del verano y con un ambiente repleto de tonos matizados. Las primeras castañas, jornadas con menos horas de luz, pero ideales para realizar actividades culturales y dar largos paseos.
Roma en otoño te invita a pasar a uno de los instantes más románticos y sabios de la estación. Si accedes al Sant´Andrea della Valle, escucharás los ecos de la Tosca y de Camaradosi, que continúan resonando entre las palabras del autor de Galateo y las obras de arte.
Más adelante, podréis acceder al Patio de Sant´Ivo alla Sapienza. Es el momento para subir con la mirada y el deseo que lleva más allá de la espiral. Después una pausa en Sant´Eustachio para tomar un buen café, te espera la fabulosa Anta María Sopraminerva, el arte de Antoniazzo, Michelangelo, Breno, etc., cada esquina invita a observar bajo un cielo repleto de estrellas.
Muy cerca, accediendo por la Vía di Sant´Ignazio, se localiza la Biblioteca Casanatense, un viaje en el tiempo es una visita a la vieja sala de lectura y en el saber de las historias y las vicisitudes. Continuando con el paseo otoñal por Roma, entraras en la asombrosa Plaza de Sant´Ignazio y después en la iglesia, sorprendente con sus perspectivas y barroco.
Y después la visita al Pantheon, que guarda las palabras y el arte de Sant´Agostino y S. Luigi dei Francesi, además de visitar la Biblioteca Angélica, para terminar una jornada intensa en Piazza Navona, dónde es el momento en Tre Scalini de tomar unas deliciosas trufas de chocolate.
Después de una pausa para la comida, podrás ir por la Vía dei Coronari, una de las viajes calles de los peregrinos que llegaban a la ciudad hasta llegar al río Tíber y después al Castel Sant´Angelo. Contemplar desde la terraza del Castillo un hermoso atardecer. Después, un paseo hasta la Piazza S. Pietro, entrando al anochecer a la basílica.
Terminando el día y el paseo en Borgo Pio, si no te importa andar un poco más, un último paseo por el Lungotevere hasta llegar a la Piazza Trilussa.