El municipio Rojano de San Millán de la Cogolla, se asienta en pleno valle del Cárdenas, fue fundado por el santo homónimo y vinculado desde hace muchos siglos al Camino de Santiago.
La tradición monástica está arraigada en el municipio, en su hermoso conjunto arquitectónico, que guarda el Monasterio de Yuso y Suso, los dos declarados como Patrimonio de la Humanidad.
Caminando entre las calles de San Millán de la Cogolla, podrás descubrir la Ermita de Santa Potamia (siglo XVIII), las casas tradicionales riojanas y la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen (siglo XVIII), ubicada en la aldea de Lugar del Río.
El Monasterio de Yuso
Ubicado al fondo del valle, está fechado en el siglo XI, pero en los siglos XVI y XVIII paso por diferentes remodelaciones.
La portada del monasterio está presidida por una escultura ecuestre de San Millán, de estilo barroco. La iglesia, guarda un retablo medieval, un coro de estilo grecorromano y un púlpito plateresco.
Uno de sus tesoros es la sacristía de estilo rococó, que tiene frescos y suelos de alabastro. Muestra una colección de arte con diferentes obras de Juan Rizzi.
Otras dependencias monacales son la biblioteca que guarda sobre trescientos documentos medievales, el claustro y el Salón de los Reyes. También se puede contemplar la colección de códices, entre los que destaca las Glosas Emilianenses, un manuscrito del siglo XI.
Monasterio de Suso
Fue edificado en el siglo V, pero ha pasado por diversas ampliaciones hasta el siglo XI. En el interior, destaca el bello claustro que guarda las tumbas en piedra tallada de los Siete Infantes de Lara junto con su maestro, y las tres reinas de Navarra.
La Iglesia de estilo mozárabe, erigida a últimos del siglo X, mantiene algunos de los vestigios del monasterio primitivo. Entre los que destaca la imagen de un santo en una hornacina visigótica, así con una necrópolis con cientos de sarcófagos pétreos, pertenecientes a la comunidad de ermitaños.
Las últimas obras de ampliación de la iglesia tuvieron lugar en el siglo XI, que incluye elementos de estilo románico. Dentro de este estilo se incluye, la escultura de San Millán yaciente, que es de alabastro y muestra la figura del místico acompañado de varios peregrinos y discípulos.