Tembleque, situada a unos sesenta kilómetros de Toledo capital. Se localiza este típico pueblo manchego, su Plaza Mayor está declarada como Bien de Interés Cultural.
Es la imagen de un pueblo manchego tradicional, el blanco reluce en las fechadas y se releja el sol. Cuenta con una de las plazas más representativas y pintorescas, es la representación del barroco popular del siglo XVII. Sigue el patrón de los corrales de comedias y albergaba espectáculos, la mayoría taurinos. Una de sus tres puertas, además de ser el callejón de toriles.
La plaza está porticada con pilares cuadrangulares y columnas de estilo toscano en los accesos. Los cuerpos superiores, son corredores mantenidos por pilares de madera, los antepechos están decorados con la Cruz de San Juan y las fachadas encaladas. Llama la atención el torreón, que en las celebraciones era el palco de las autoridades.
La Plaza Mayor, se comunica por medio de un pasadizo con la Plaza del Orden, y en ésta se levanta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico de transición. En Tembleque, se encuentran otros monumentos religiosos como la Ermita de Loreto, de la Purísima Concepción y la de San Antónpero y la bella Ermita de la Vera de la Cruz, edificados en el año 1762 en planta octogonal.
En los alrededores, a unos quince kilómetros de Tembleque, se sitúa la Ermita del Cristo del Valle, donde cada año tienen lugar dos romerías, una en el mes de mayo y otra en el mes de septiembre.
Por otro lado, entre los edificios civiles destaca la Casa de las Torres, denominada así por las torres que encuadran su frente, la fachada blanca con distintas ventanas y una decoración rica de la puerta. La Casa de Posta, sostiene el estilo manchego y se asemeja a las ventas tan tradicionales de La Mancha.
Cuando abandones Tembleque, podrás contemplar los Molinos de viento, que abundan en su estilo manchego, y nos vuelve la mente a otra época más nostálgica, repleta de caballeros y gigantes, en inolvidables relatos literarios.