Tarancón, forma parte de un triangulo en la comarca, cuyos vértices son ejemplos muy representativos del patrimonio cultural e histórico de Castilla La Mancha: el Monasterio de Uclés y el Parque arqueológico de Segóbriga.
Esta localidad cósquense, mantiene sus raíces tradicionales en el casco antiguo donde surgió. Si queréis conocer esta hermosa localidad, os proponemos una ruta de gran encanto y que se complementa con recomendaciones gastronómicas.
Podréis comenzar por la Galería de pintura Emilio Lozano, una sala municipal donde se exhiben obras de la colección pictórica, teniendo la posibilidad de efectuar una visita guiada.
También podréis visitar la Casa Parada – Museo de arte Contemporáneo, que alberga obras que el Ayuntamiento ha ido comprando en los certámenes de ámbito nacional de fotografía y pintura de José Antonio Sequí. Esta pinacoteca se localiza en una construcción del siglo XVI solariega, por la que pasaron reyes, emperadores y otros personajes ilustres.
Además, en la localidad podréis disfrutar del Palacio de los Duques de Riánsares, que cuenta con dos patios, el del este es más sobrio y el del oeste tiene forma de rombo con ocho columnas, también destacan la capilla, los salones palaciegos, el patio de armas y la sala de comisiones donde se halla la colección de Quijotes.
En referencia al patrimonio religioso de la localidad, destaca en primer lugar la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico, retablo plateresco y la torre llamada la Giralda manchega.
A los pies de la iglesia, se encuentra la Barriada del Caño, cuyo nombre es por las fuentes del Caño gordo y el Caño chico.
Asimismo destaca, el Convento de los padres Franciscanos, considerado el mejor convento de la orden de los capuchinos en la Mancha.
A cuatro kilómetros se halla la Ermita de Nuestra Señora de Riánsares, patrona de la localidad, celebrándose dos romerías una a finales de enero y otra a mediados de agosto.
Para reponer fuerzas en esta ruta, podréis ir a los restaurantes que sirven los platos tradicionales como caldereta, cuchifrito y zarajos, los restaurantes que ofrecen un menú asequible o los que se atreven con la cocina creativa. Para comprar como recuerdo de vuestra visita podréis elegir entre el jamón, queso, pipas de girasol y algunos dulces tradicionales como las rosquillas de anís o los borrachos.