Para comenzar con buen pie el invierno le proponemos una escapada a San Martín de Montalbán, una localidad toledana, de la que destaca en su casco urbano la Iglesia parroquial de San Andrés, que data del siglo XVI, obra del hijo de El Greco.
En dirección a La Puebla, se encontrará con un cruce de caminos, a la izquierda le llevará al Castillo de Montalbán, edificada por los caballeros templarios sobre otro fechado en el siglo XII de origen musulmán.
Es una gran fortaleza, construida de forma que pudiese hospedar una gran guarnición y a todos los habitantes de los alrededores, con un contorno en su principal contorno de setecientos metros, custodiada por cinco torres. Sus murallas estaban adaptadas al terreno, siendo en sus frentes sur y este, de una considerable altura, y los otros lados están custodiados de manera natural, por el gran cortado sobre el Torcón. Destaca también, sus dos amplias Torres Albarranas, una de ellas tiene el paso bajo libre, lo que le da una grandiosidad, pues hasta la clave hay casi dieciocho metros.
En el crucero anterior, el camino de la derecha le llevará el lugar de Melque, donde se localiza la Iglesia de Santa María de Melque de estilo visigodo, los vestigios del monasterio, los restos de un acueducto romano y las presas romanas.
La iglesia, es una de las más carismáticas de la provincia, tanto por su oscuro origen como sus particularidades arquitectónicas. Edificada en sillería de granita, su principal núcleo es de cruz griega, al que le fueron agregando estancias que le ofrecieron su estructura actual y que la convirtieron en una fortaleza. Con escasa decoración, con huecos en las cuatro muros, estucos y molduras con la flor de lis y el Árbol de la vida, que muestran su estilo visigodo.
Cerca de la ermita, se halla el Centro de interpretación de Melque.
Continuando el curso del río Torcón, siguiendo a Navahermosa encontrará con el puente romano de la Canasta. Su magnífico entorno paisajístico y natural, invita a realizar toda clase de actividades vinculadas con la naturaleza.
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