Una vez que pasamos por la Iglesia de San Salvador, llegaremos al lugar más bajo del recorrido. Comenzamos en ese momento, la vuelta a la zona más elevada del casco antiguo. Nos ubicamos en la esquina derecha del Jardín de El Salvador, y ascendemos hasta el novelesco, Jardín de los Poetas para continuar el itinerario por el Barrio de San Martín, zona ulterior de la calle Alfonso VIII, cuyas viviendas construidas en la roca se llaman los rascacielos de Cuenca.
En el Barrio de San Martín, nos encontraremos con la Iglesia de Santa Cruz, en la actualidad lugar de exposición y de venta de artesanía. Continuaremos ascendiendo hasta la Plaza de Ronda, dónde está situada una de las viejas puertas de la ciudad, y que da entrada al Convento de San Pablo y al puente del mismo nombre, en la actualidad el convento es el parador turístico de la ciudad, desde dónde se contempla una magnifica vista de la Hoz del Huécar y el casco histórico.
Desde el Puente de San Pablo, veremos una de las vistas más típicas de la ciudad, las casas colgadas, emblemática construcción gótica de arquitectura civil, y que hasta el siglo XVII fue la sede del ayuntamiento de la ciudad. En la actualidad, la construcción aloja un restaurante, y el Museo de Arte Abstracto, organizado por Fernando Zóbel y que agrupa obras destacadas de Tápies, Millares, Chillida, Saura, Torner, Canogar, Mompó, Guerrero, Feito, etc. El arte se integra a la perfección en el museo, en el estilo arquitectónico medieval de la construcción y en magnifico horizonte en el que se asoma.
Después volveremos a la Plaza de Ronda, y nos adentraremos por la Calle del Obispo Valero, dónde se ubica el Museo Provincial y el Museo Diocesano, cerca se encuentra la Plaza del Obispado, dónde podremos contemplar el Palacio Episcopal y la esquina de la Catedral, que os conducirá otra vez a la Plaza Mayor.
Desde la Catedral, comenzaremos la subida hacia el Castillo, desde la Ronda de Julián Romero, uno de los ejemplos de la arquitectura de Cuenca, dónde las viviendas aprovechan al límite el espacio, para llegar al viejo convento de las carmelitas, en la actualidad sede de la Universidad Menéndez Pelayo y de la Fundación Antonio Pérez.