Las especialidades de la gastronomía vallisoletana aúnan modernidad y tradición, en un gran estallido de aromas, colores y por supuesto sabores, al servicio por supuesto de los paladares más delicados.
El lechazo asado, con pan lechuguino y acompañado por un buen vino de alguna de las cinco Denominaciones de Origen de vino vallisoletano (Tierras de León, Toro, Cigales, Rueda y Ribera del Duero), sigue siendo uno de los platos estréllenlas de la gastronomía de Valladolid.
La nota moderna, la encontrareis en las tapas y pinchos que se preparan en los hoteles de la ciudad, usando la creativa, con las técnicas más modernas e ingredientes de calidad.
Además, Valladolid, desde hace un tiempo, se ha convertido a nivel nacional en un referente en la gastronomía, fundamentalmente por las tapas. Por lo que la ciudad cada año acoge el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas, un importante acontecimiento en el que participan más de doscientos concursantes de todo el país, y en el que han participado cocineros de renombre.
A esto hay que unirle la privilegiada situación de Valladolid, al tener en su provincia cinco Denominaciones de Origen de vino, resulta una combinación ideal: vinos y tapas.
Muchos restaurantes vallisoletanos ofrecen la opción de hacer una comida, solamente con los vinos y los pinchos. Cada tapa va a acompañada de su vino, concordando ambos en sabores, aromas y texturas. Buenos pinchos acompañados de vinos dulces, espumosos, rosados, tintos, blancos, etc. Los especialistas serán los que se encarguen de efectuar el perfecto maridaje.
Y si a lo anterior se le une el gran patrimonio cultural e histórico de Valladolid, podréis inclusive enlazar cada tapa, con un vino y un monumento o museo, lo que os servirá para descubrir cualquier rincón de la ciudad.
Porque es evidente que un pincho, en que para su elaboración se usa la tecnologías más avanzadas, debe combinarse con un vino que nos evoque al bebernos sabores y aromas actuales. Su vinculación y su espectacularidad al disfrutará, nos hará recordar al Museo de la Ciencia de la ciudad, siempre a la última, aproximándonos al saber con simpleza y facilidad. Y seguro que os ocurrirá más ejemplo como este.
Si tenéis la oportunidad de paladear y beber lo mejor de Valladolid, no debéis desaprovecharla, ya que estamos seguros que os arrepentiréis.