Situado en el Paseo del Arte de la capital española, su colección permanente marca la historia de la pintura del continente europeo, desde la época medieval hasta últimos del siglo XX.
Por la riqueza y variedad de sus fondos, con más de mil obras, os recomendamos empezar la visita, por la zona de la gran colección que más os interese. El renacimiento alemán, los primeros italianos, la pintura americana del siglo XX, el expresionismo alemán, el impresionismo o el constructivismo ruso, son los movimientos y las escuelas que mejor están representados en este importante museo.
La Colección
Los puntos fuertes de su colección, es que alberga obras que no tienen otros museos nacionales.
Obras del trecento (Italia siglo XIC), con el Critos y la samaritana (Ducio de Bouninsegna), o el Díptico de la Anunciación (escuela flamenca primitiva), una grisalla (una pintura que parece una escultura realizada por Jan Van Eyck), son las piezas más importantes del arte tardomedieval.
Además, cuenta con una maravillosa colección de retratos (siglo XV), algunos como el de Giovanna Tornabuoni (Ghirlandaio), Un caballero desconocido (Carpaccio). Después, Caravaggio, Durero, Frans Hals, Canaletto o Rubens, os ayudaran a entender las etapas por las que paso el arte, entre los siglos XVI al XVIII.
La pintura de género y los paisajes, son temas principalmente habituales en la escuela holandesa (siglo XVII) y en la norteamericana (siglo XI), pueden contemplarse en las diferentes salas del museo.
Esta tendencia la demuestran igual los pintores románticos como Constable o Friedrich, los impresionistas como Degas y Monet, los post-impresionistas como Van Gogh o Gauguiin, todos tienen su colaboración con la magnífica colección.
En las últimas salas, contemplareis una muestra muy completa de la vanguardia del siglo XX: expresionismo, fauvismo, abstracción, arte pop y surrealismo. Arlequín con espejo (Picasso), Pintura con 3 manchas (Kandisnky), El gallo (Chagall), la Mujer en el baño (Lichtenstein) y Habitación del hotel (Hopper), son algunas de las obras más importantes del pasado siglo.
En la última planta hay un mirador – terraza, con vistas espléndidas de Madrid. Un sitio privilegiado, que en los meses estivales alberga un restaurante, para las conocidas noches especiales del Museo, cuando en julio y agosto se amplía el horario hasta la medianoche.
En una de las esquinas del vestíbulo, se ubica la tienda, que por su gran espacio y situación, podréis ver los artículos puestos a la venta desde el exterior.