Un lugar histórico es un sitio o paraje natural, dónde están agrupados bienes inmuebles, que componen un conjunto coherente, por motivos naturales, históricos, culturales, acontecimientos, manifestaciones populares o recuerdos del pasado de una comunidad, que tiene valores técnicos e históricos.
Como indica el título, nos vamos a centrar en los sitios históricos que se ubican en la Provincia de Cáceres.
A Fala
Este dialecto, se usaba al noreste de Cáceres, en la comarca de Sierra de Gata, concretamente en los municipios de Valverde del Fresno, San Martín de Trevejo y Eljas.
Lo podríamos definir, como una lengua romance, del subgrupo portugués – galaico. Unos diez mil habitantes hablan esta lengua, contando los pertenecientes a los tres municipios anteriores.
En cada una de las tres localidades existen peculiaridades de la lengua, suficientes para distinguir tres variantes de la misma.
Lavadero de los Barruecos
Se localiza en el municipio de Malpartida de Cáceres, a unos doce kilómetros de la capital.
Edificado a últimos del siglo XVIII por Álvaro de Ulloa, un noble, junto al mismo se construyeron la Presa del Barrueco de Abajo y una charca, para poder lavar con agua la lana.
Pegado a la prese, se edificio un molino harinero, con el paso del tiempo se fueran agregando otras dependencias: viviendas, salas de esquileo, una ermita, un almacén, etc.
Actualmente en estas dependencias se sitúa el Museo Vostell – Malpartida, dedicado al arte contemporáneo y el Centro de Interpretación de Vías Pecuarias.
Valle del Jerte
Jerte, proviene el término árabe Xerete, que significa valle angosto o aguas cristalinas, y da definición tanto al valle como al río que lo cruza.
Los cerezos tienen un papel destacado en este hermoso valle, que también se le conoce como el Valle Cereza. La calidad de las cerezas ha sido galardonada con la Denominación de Origen.
Cuando los cerezos florecen en marzo, podréis contemplar más de un millón en flor, todo un espectáculo digno de ver.
Vía de la Plata
Desde antes de los romanos, ya había una ruta que aprovechaba el trazado natural, que conectaba el oeste de la península, lo que facilito el comercio. Las tropas romanas utilizaron esta misma ruta para llegar al norte.
A lo largo del tiempo, siguió usándose como eje de comunicación. De esta manera, posibilito el avance y la penetración en la Edad Media de los árabes, y posteriormente en la reconquista de los cristianos.
La riqueza del gran pasado de esta ruta, queda demostrado en los incontables vestigios que se hallan a lo largo de su trazado.