En Segovia se unen el patrimonio arquitectónico y el espiritual. En la capital subsiste hoy en día los vestigios de las tres religiones que en ella convivieron a lo largo de los años: musulmanes, cristianos y judíos.
Las huellas de los Santos es fácil de seguirlas por la ciudad: el sitio desde dónde San Vicente Ferrer enviaba su predicación, la cueva dónde oraba y hacia penitencia Santo Domingo de Guzmán, el camino que recorría cada día desde el Monasterio (dónde están sus restos) San Juan de la Cruz, el sitio dónde Santa Teresa de Jesús dejo escrito Las Moradas, la pila bautismal de la Iglesia de San Justo dónde se bautizo a San Alfonso Rodríguez y el Castillo Interior (actualmente es un convento de clausura de las carmelitas).
Iglesias, Conventos y Monasterios son el reflejo de miles de años de fe, repletos de obras de arte. Podréis visitar: el Monasterio de Santa María del Parral (de la orden de los Jerónimos, el Monasterio de San Antonio El Real (de las monjas clarisas).
Todas estas obras de arte las podréis ver en la Semana Santa, tanto en los recorridos procesionales por los diferentes barrios, como en el recorrido habitual del Viernes de pasión que parte desde la Catedral, hasta terminar en el Acueducto.
La Iglesia del Corpus Christi, la vieja Sinagoga, os hará pensar en el tiempo en que la ciudad hospedó una de las juderías más significativas de todo el país. El Centro Didáctico del barrio judío, recrea un rezo del periodo medieval.
Las calles angosta de la Judería, os animaran adentraros en un fascinante recorrido interior.
La huella musulmana se nota en los campanarios de estilo mudéjar, las portadas esgrafiadas, alfarjes y artesonados decorados con cuidados y con frases vinculadas al Corán, como los restos del techo de la Iglesia de San Millán.
En la Semana de Música Sacra, que tienen lugar durante la Semana de Pasión, podréis escuchar expresiones musicales de las distintas religiones, en escenarios únicos.