En las marismas de Huelva, se nota la brisa del mar y huele a sal. Los pies se hunden en la arena, justo para dejar una huella en la tierra. En el aire, vuelan miles de aves. En la tierra, elegantes flamencos adornan con su color esta zona. Libera tus sentidos y contempla todo lo que te rodea.
Parque nacional de Doñana
Hay diferentes formas de conocerlas. Diversas empresas colaboran con el Parque organizando toda clase de servicios para los visitantes. Así, podrás recorrerlo en un vehículo todo terreno, rutas fluviales, practicando bicicleta o senderismo.
De esta forma, podrás conocer las áreas en las que está dividido: las marinas, los cotos y las dunas. Durante la visita, tendrás la opción de contemplar muchos animales como los linces ibéricos, águilas imperiales o caballos.
Si te gusta observar las aves, disfrutarás mucho en el Parque de Doñana. Si nunca lo has hechos, podrás comenzar el avistamiento de aves con los talleres de observación que normalmente se organizan. La posibilidad de hacerlo es magnífica, ya que existen épocas, fundamentalmente en primavera, en los que el Parque es la morada de quinientos mil ejemplares. Entre ellos destacan cigüeñas, garzas imperiales, garcetas, fumareles cariblancos, martinetes, etc.
Parque natural de las Marismas de Odiel
Se ubica en las cuencas de los ríos Tinto y Odiel, en el municipio de Punta Umbría, la mejor forma de conocerlo es paseando en barca, por las diferentes rías que lo forman. Tranquilamente, un lugar exclusivo por la gran población de aves, entre las que podemos destacar las garzas, las cigüeñas, las espátulas y los flamencos.
Esta marisma es una de las más productivas del continente, ya que en ella todavía se realizan actividades tradicionales como la explotación de las salinas y el marisqueo. Para comprobarlo, te recomendamos que vayas al Yacimiento arqueológico Salthish y a las salinas, situadas en Saltés.
En el centro de visitantes, te ayudarán a confeccionar tu propia ruta, que podrás ampliar visitando las marismas ubicadas en Isla Cristina.
Las marinas se encuentran en estado puro, y para comprobarlo solamente oirás el silencio. Sentirás como vas escuchando distintos sonidos, como la piel se va refrescando con la brisa, como tus ojos observan cada vez más aves y hueles el salitre.