En Ávila, como en otras muchas ciudades españolas durante la Edad Media convivieron mudéjares, cristianos y judíos, todos ellos dejaron vestigios de su paso y constituyen una parte de nuestro valioso legado cultural.
A pesar de disponer de una extensa documentación sobre la existencia de una considerada y variada comunidad judía durante la época medieval abulense, pero en la actualidad son pocos los restos arqueológicos que puedan atribuirse a esta población, no obstante, la riqueza más importante de la judería de Ávila es fundamentalmente documental.
Por medio de estos documentos, se puede afirmar que los judíos eran los propietarios de la gran parte de las casas que se ubicaban entre el Mercado Chico y el Grande, que se localizaban principalmente en las calles Alemania, Reyes Católicos y D. Gerónimo, áreas donde se situaban sus establecimientos comerciales.
En la calle, Reyes Católicos, se hallaba la vieja Sinagoga designada como Belforad. Después, de la expulsión de los hebreos la gran parte de la Sinagoga se convertiría en un templo cristiano, consagrado a la Virgen de las Nieves. Si bien, se conservo el nombre de la vivienda del rabino para la casa que se ubicaba en el callejón de Las Nieves. Actualmente, esta casa es un hotel en el que se ha preservado parte de las dependencias casa original.
En la Plaza del Pocillo, encontraréis la Sinagoga de Don Samuel. Actualmente, es una vivienda particular, hace poco rehabilitada y cuya particularidad más singular es el apuntado arco que se halla en su puerta. Esta sinagoga está fechada en el siglo XV.
Toda esta área hasta arribar es dónde se encontraba la Judería de la ciudad, cuyos límites se establecieron en 1480 desde los ordenamientos de los Reyes Católicos. Tras la expulsión de los judíos, esta área queda abandona y se convirtió en una de las zonas marginales de la ciudad, pero en la actualidad ha vuelto a su antiguo esplendor.
Después de la Puerta de Malaventura, podréis ver el hermoso jardín de Mosé de León, quien escribió el libro del Esplendor o Zohar. También, es interesante observar la el plano irregular de todas estas calles, así como la continuidad de las viviendas de una sola planta, que aún se mantienen en pie.
Asimismo, las Tenerías de San Segundo, dónde antiguamente se curtía la piel, ubicadas en las proximidades de la ermita del mismo nombre, se encuentran en la actualidad están siendo excavas y dentro de poco podrán ser visitadas.