El turismo gastronómico va ganando seguidores en cualquier destino nacional, ya que la gastronomía española es tan amplia y variada que nos encanta probar y descubrir la gastronomía típica de cualquier región, hoy dedicamos nuestro especio a la gastronomía abulense.
La gastronomía de Ávila, se fundamenta principalmente en los productos ganaderos y agrícolas que proporciona una región, caracterizada por la variedad climática y geográfica. La cocina de Ávila es sencilla y con influencias de las tres culturas, cristina, judía e islámica.
Para degustar la calidad y la variedad de los productos que la tierra de Ávila ofrece, en guisos, asados, tapas y postres, no hay que venir con prisas, porque tendréis que elegir mucho y siempre habrá motivos para volver.
Dos formas de conocer el buen hacer de los cocineros de la tierra, se puede elegir entre ir de tapas o disfrutar más calmadamente en un buen restaurante, o una combinación de ambos. Para comenzar, un buen plato de entrantes con productos elaborados en las tradicionales matanzas, como el chorizo de olla y el lomo, o una sopa castellana o de ajo.
Las legumbres de Ávila tienen una calidad reconocida, ya sean las judías rojas o blancas de Barco de Ávila que tienen denominación de origen, las carillas o los garbanzos de la Moraña. Pero si preferís un primer plato más liviano, podréis elegir entre una gran variedad de hortalizas y verduras.
Tradicionales son las patatas revolconas, machacadas y cocidas que se aderezan con torreznillos y pimentón. Carnes fritas, asadas, a la brasa o a la plancha que forman una gran parte de la cocina de Ávila. La ternera abulense, de raza avileña, también con denominación de origen, se puede preparar de distintas formas, siendo el chuletón a la parilla la más tradicional. Pero en el menú también se incluye, cordero a la caza y asado, el cochinillo cochifritos, el cabrito, el tostón o cochinillo asado.
Si queréis incluir el pescado en el menú, el Tormes y el Alberche aportan buenos peces. Una buenísima elección será las truchas escabechadas, al horno o fritas.
El vino tampoco debe faltar en la mesa acompañado cualquier plato, podréis escoger entre los caldos del Tiemblo y Cebreros.
Llega el momento del postre, siendo la repostería variada y rica. Uno de los postres más famosas son las yemas, pero no hay que olvidarse de las tartas, jesuitas empiñonados, natillas, huesillos, amarguillos y las torrijas.