Uno de los lugares mágicos del Alto Aragón es el Ibón de Basa de Mora. Que empieza pasando Ainsa, dirección norte a Bielsa – Francia, por la carretera A – 138, hasta el desvío a la derecha, que le llevará hasta el Valle de Gistaín, después deberá continuar hasta Saravillo, donde aparcará su automóvil.
Si bien, podrá ir de dos maneras distintas, caminando o en automóvil desde Saravillo. También es conocido por el Ibón de Plan, habitualmente su ascenso comienza normalmente desde Saravillo. Es recomendable ir caminando por las hermosas sendas por medio de los miradores y bosques.
De todas formas, saliendo desde la ubicación escogida y continuando las indicaciones, llegará hasta la pradera, donde podrá dejar su vehículo y continuar por un camino de piedras, para llegar fácilmente y sin perdida, hasta el Ibón.
Rodeado por la inquietante y desconcertante apariencia del peñón del Cotiella, de un aspecto lunar y sobrenatural, para algunos este Ibón es el paraje más hermoso del Pirineo interior.
Su nombre, la Basa de la Mora, procede de una adaptación de la época medieval de la Dama del lago, según la leyenda una mujer musulmana, llegó allí huyendo de la contienda entre cristianos y moros y se perdió. Su espíritu continúa en el Ibón, algunas personas de corazón puro, todavía pueden contemplarla brotar del agua cuando esta amaneciendo en la Noche de San Juan. Los pobladores del valle, ascienden ese día con la intención de purificar su alma, lavándose con los primeros rayo del sol en el lago.
Como dicen las mujeres con más edad del valle, si subes a Ibón la mañana de San Juan, y no ves a la dama, tendrás que pensar en purificarte el alma, ya que solamente los ojos limpios, pueden contemplar la princesa musulmana que habita en las cumbres.
Sin duda un paraje mágico para escapar de las preocupaciones, el tiempo, la rutina y las inquietudes, y contemplar la vida desde otro lugar enigmático y plantearnos de otra forma lo que nos espera por venir.