Según la tradición el cultivo de los viñedos en las Rías Baixas, fue por los mojes del monasterio de Armenteira de la orden cisterciense, aunque la viticultura ya estaba antes de la llegada de los monjes y que algunas variedades de vino, como el Albariño se han producido siempre en esta zona.
En la actualidad, las Rías Baixas cuenta con la D.O. gallega más importante, tanto en la cifra de bodegas como las hectáreas de viñedos, las cuales se extienden por una treintena de ayuntamientos de la parte occidental de Galicia.
De esta manera, la D.O. Rías Baixas está formada por cinco subzonas (Ribeira do Ulla, Val do Salnés, Soutomaior, condado de Tea y O Rosal), que componen una región discontinúa, que desde el límite de Pontevedra, está salpicado de viñedos la franja atlántica de Galicia, hasta llegar a la zona meridional de La Coruña.
Ribeira do Ulla, O Rosal y O Salnés, estas zonas tienen en común un valioso patrimonio vinícola que produce vinos de buena calidad, pero a la vez cada uno brinda distintas personalidades, que están reflejadas en distintos paisajes y parajes. El noble Salnés, agrupa la mayor amplitud de bodegas y de viñedos de la Denominación de Origen, también es una de las áreas más turísticas de la comunidad, por sus bellos conjuntos históricos y sus paisajes costeros.
O Rosal, destaca la desembocadura imponente del Miño en el Atlántico, forman un paraje idílico que guarda el misterio fronterizo del país vecino, y que sobresale el conjunto prehistórico del Monte de Santa Tegra.
En cambio, Ribeira do Ulla, cruzada por el Camino del Santiago y el río Ulla, mantiene toda la hermosura y la tranquilidad que la convirtiera en el pasado en el destino de las clases acomodadas compostelanas. Resumiendo, la Denominación de Origen Rías Baixas, forma una propuesta turística distinta y completa, que brinda una experiencia repleta de matices, tanto para los apasionados del vino, como para los que simplemente quieren algo distinto.
Los vinos de esta Denominación se definen por estas producidas con uvas originarias, fundamentalmente blancas, teniendo un papel destacado la variedad de Albariño que ocupa aproximadamente el noventa y cinco por ciento de la producción. Otras variedades de uva blanca son Marqués o Loureira blanca, Treixadura y Caiño blanco, para las tintas Sousón, Loureira tinta, Espadeiro y Caiño tinto.
El sello único de sus vinos y de sus variedades es el resultado de las particularidades de su clima, territorio, cultura y gentes. Una tierra repleta de matices, que podréis conocer la Ruta del Vino de Rías Baixas, una de las primeras rutas de estas características del país.