El conocidísimo Parque del Buen Retiro en Madrid, es un tesoro del patrimonio natural – artístico de la capital española y un testigo de la historia y una visita obligada para todos los que llegan a la ciudad.
Vinculado a la realeza
El parque actual, está regido por el Monumento a Alfonso XII, ubicado en el lugar donde se encontraba el viejo embarcadero en tiempos de Felipe IV. La obra está formada por una gran columna, que cerca la estatua del rey subido a un caballo.
Arquitectura
A lo largo del tiempo, el parque ha tenido distintas construcciones fugaces pensadas para que los paseantes disfrutaran. Por ejemplo la Casa de Vacas, edificada en 1874 que era un despacho de leche y vaquería, un incendió asoló la construcción, que fue posteriormente reconstruido, actualmente muestra exposiciones culturales.
También se dedican a la cultura los pabellones construidos por Ricardo Velázquez Bosco: El Palacio de Cristal y el de Velázquez. El primero es la construcción más elegante y luminosa del parque, está construido prácticamente por complemento en cristal y hierro. El segundo, fue edificado para mostrar una Exposición sobre artes metalúrgicas y minería en 1884.
Fuentes y Jardines
Como cualquier parque, dispone de varias fuentes de valía artística. Alberga en su interior, el único monumento del mundo dedicado al diablo. Esta situado en la Fuente del Ángel Caído, representado cuando el demonio es desterrado del paraíso.
Otro de los monumentos destacados, es la Fuente de los Galápagos, que se realizo para rememorar el nacimiento de Isabel II. Tiene tres gradas, engalanadas con hojas acuáticas, diversos galápagos que son surtidores, varios angelotes y delfines, y para rematar una caracola.
En la Plaza de Honduras, se halla otra fuente muy conocida, La Alcachofa. Es una representación de la primavera, formada por una nereida, un tritón y una columna, además del escudo de armas madrileño. Varios infantes sujetan el plato, sobre el que se halla la alcachofa.
Frente al único vestigio que se mantiene del Palacio del Buen Retiro, es decir, el Casón se erige un parterre, un Jardín de estilo francés, de tiempos de Isabel II. La proporción característica de esta clase de jardín, se rompe con el ciprés calvo y dos enormes cedros. El primero es el árbol más viejo de la ciudad, realmente no es un ciprés, sino un taxodium, un árbol procedente de México, que puede tener más de 400 años.