Uno de los símbolos de Lugo, es su Muralla bimilenaria que cerca por completo el casco histórico, puede ser el principio perfecto para visitar los vestigios y lugares del Lucus Augusti, recorrerla andando por la zona superior.
Con un recorrido de más de dos mil metros, la muralla brinda vistas maravillosas de la zona antigua, por el interior de la zona moderna, por el exterior. Compone el recinto de defensa de la época romana, que mejor esta conservado en todo el mundo, según la Unesco, es un ejemplo exclusivo de fortificación romana.
Accederá al interior, por una de las 10 puertas de entrada a Lugo, la Puerta del postigo o la Puerta de Santiago, le llevarán rectamente hasta la Catedral, pasando por el Museo provincial, donde se muestra la colección de torques más importantes de la comunidad autónoma, así como varios mosaicos de la época romana interesantes.
En Lugo cada vez que se realizan una nueva excavación, se hallaban nuevos objetos de la época romana. Por esta razón, existen diversos yacimientos como el ubicado en la Calle Dr. Castro número 22, denomina la Casa de los Mosaicos, que exhibe in situ los vestigios de una domus romana. En el Centro arqueológico de San Roque, en las proximidades de la iglesia del mismo nombre, se encuentra una necrópolis de la vieja ciudad.
Partiendo del centro de Lugo, cogiendo la Carretera N – VI dirección a la capital española, a orillas del río hallará las Termas romanas, que se incluyen actualmente en el recinto del Balneario. Es un placer, tomar un baño en las aguas sódicas – sulfuradas, que podrá acompañar con un masaje relajante y visitar además, los vestigios de las termas.
Una vez en fuera de Lugo, deberá descubrir Santa Eulalia de Bóveda, situado a catorce kilómetros de la capital, donde se guardan muchas incógnitas y misterios, pues todavía no está claro si era una necrópolis, un balneario o un templo pagano dedicado a las ninfas. Posteriormente, la construcción se convirtió en un templo cristiano, guardando pinturas murales fechadas en el siglo IV, además de bajorrelieves en el baptisterio central o en la entrada.