El Cañón del Sil, se encuentra en la ribera de las localidades orensanas de Parada de Sil y Nogueira, y en las lucenses de Sober y Patón. Si bien, los límites de dicho cañón del río Miño, y principalmente de la Ribera Sacra son bastante más extensos.
Además, es un paraje natural que está declarado como Lugar de Importancia Comunitaria.
En documentos antiguos aparece con la designación de Rivoyra Sacrata, en referencia al refugio de ermitaños y monjes desde la época de los suevos, en las gargantas fluviales del río Miño y del Sil. Hasta doce monasterios, la gran parte pertenecientes a la orden benedictina y después exclaustrados, se asentaban en estos parajes, un lugar perfecto para pensar y reflexionar sobre la vida.
Ahí los límites del terreno, son tan indefinidos como los del cielo azul. Nadie sabe con precisión dónde comienza y termina la Ribera Sacra. Tal vez, ese lugar sea Os peares, un municipio que para más imprecisión, pertenece a dos provincias y nada menso que a tres ayuntamientos.
Pero solamente en Os Peares se pueden contemplar a la vez los dos ríos del noroeste más importantes, según el refranero popular el Sil es el río que lleva el agua, y el Miño tiene la fama. Los dos ríos por separado, aguas arriba, han ido formando hondos cañones, que en los más escabrosos barrancos del Sil, pueden llegar a alcanzar una profundidad de quinientos metros. Son fisuras graníticas, que se mezclan en cualquier rincón con bosques autóctonos.
Pese al fuerte desnivel del paisaje, esta humanizado por los cultivos y los soutos, que se encuentran en los socalcos (las terrazas de terrenos), en las laderas de solana. Es un espectáculo contemplar la vendimia en las zonas de pendientes. Son afamados desde la época romana los vinos de Amandi, de la variedad de uva mencía que es autóctona de la zona.
A lo largo del río Sil, la aérea más escabrosa del cañón, destaca la casca de Loureiro del río Vao, el ascenso hasta el Monasterio de Santo Estevo, la garganta de granito en la que el río Mao se topa con el río Sil, próximo a Cristosenden, que es una pequeña aldea.