Cada estación del año tiene su encanto especial en cuanto a viajes, destinos y actividades que llevar a cabo durante la misma.
Evidentemente, en la estación invernal cuando el frío baja en picado en los termómetros y la nieve comienza a caer lo más buscado son Ofertas de esquí, en las principales estaciones como Astún, Candanchú, Baqueira Beret, Formigal, Sierra Nevada, Vallnord, Gran Valira, etc. Podrá encontrar los mejores precios en alojamiento y en escapadas que incluyen el forfait. Además, algunas webs le darán la posibilidad de realizar su reserva abonando solamente una fracción del importe total y en resto en dos semanas antes de la fecha concreta.
También, se podrá beneficiar de otras ventajas como precios exclusivos, seguro de cancelación, sin gastos por la gestión de la reserva, posibilidad de actividad – forfait y conocer las opiniones de otros clientes.
Si bien, no le gusta mucho la nieve ni el frío, prefiere pasar un invierno en un destino cálido, le aconsejamos que empiece con la búsqueda de Hoteles en Portimao, un destino portugués con distintas playas.
Varios aspectos definen a Portimao: las estrellas calles del viejo barrio de comerciantes y pescadores el perfil blanco de un templo en lo elevado de la colina, a lo que hay que agregar el amplio arenal de la Playa da Rocha y la presencia del mar.
De la zona más antigua de Portimao, apenas quedan unos restos de muralla tras las viviendas. El perfil del casco antiguo, es marcado por las construcciones de finales del siglo XIX y comienzos del XX, En las viviendas de dos planas, destaca las balconadas de hierro forjado, canterías nobles en puertas y ventanas, y paredes recubiertas con azulejos.
Una buena posibilidad para recorrerlas las playas de Portimao, es por medio del paseo que se localiza sobre los acantilados, comer en la Churrasquería da Rocha, por la zona sudeste de la Playa de Rocha, con kilómetros por delante, podrá escoger entre el sendero sobre las playas o la pasarela a pie de costa.
Sin duda, para descubrir y vivir la esencia de Portimao, es aconsejable que se olvide del paso de las horas a la sombra de un árbol en el Jardín Manuel Bívar, contemplando las embarcaciones de recreo y pesca, paseando por las plazas y calles que hablan de una ciudad que se ha adaptado al tiempo.