Balmaseda, una villa vizcaína medieval, está ubicada a treinta minutos en automóvil de Bilbao, fue un importante paso de mercancías, entre el Cantábrico y la meseta castellana.
Centro de interpretación de la Pasión de Balmaseda
Situado en el Convento de Santa Clara, le dará la posibilidad durante todo el año de descubrir los distintos aspectos del Vía Crucis viviente.
Alberga una exposición con los pasos, vestimentas, imágenes, sonidos y objetos que se usan durante la representación. Además cuenta con un espacio para talleres y en la actualidad es la sede de la Asociación que pone en marcha el evento.
Museos de boinas La Encartada
Es un centro turístico que le llevará a tiempos de la Revolución Industrial. Se sitúa en una vieja fábrica de boinas que ha sido restaurado. Probablemente, este es el único museo en el continente europeo que incluye en el mismo lugar la propia fábrica, que mantiene en buen estado toda la maquinaria del proceso productivo, además de las viviendas de los obreros, la escuela, la capilla y un paisaje muy hermoso, en la cañada del río Kadagua.
Puente viejo
Es el vestigio más antiguo de la villa, amurallada con su torrejón. Hecho en piedra sillería, está levantado sobre el río Cadagua. Represento el paso único de tráfico entre Cascilla y la costa en su zona. Atraviesa el Cadagua por el sur de Balmaseda, uniendo los barrios de San Lorenzo y El Cristo.
El puente se asienta sobre una roca, en al menos uno de sus troncos, lo que le proporciona mucha estabilidad.
Reloj calendario solar
Desde el año 2008 la localidad tiene un reloj – calendario solar de más de sesenta tonelada de peso y una altura de seis metros, que marca con precisión los meses, las horas y los minutos.
Esta figura tiene dos relojes simétricos en la zona superior, que marcan las horas solares del día. En el suelo, otro reloj marca los números correspondientes a los meses y a la hora.
En el reloj también se pueden contemplar los nombres de los montes cercanos de Vizcaya, en una rosa de los vientos y los tres nombres de los municipios hermanados con Balmaseda.
Para terminar, no se vaya de Balmaseda sin degustar las alubias preparadas en putxeras u ollas ferroviarias.