La capital de Jordania, Amán, es una urbe fascinante repleta de contrastes, una singular mezcla de lo antiguo con lo actual, ubicada estratégicamente en una zona de colinas, entre el frondoso valle del río Jordán y el desierto.
En la zona comercial de Amán, se codean hoteles, construcciones ultramodernas, restaurantes de prestigio, boutiques y galerías de arte, con talleres artesanos y tradicionales cafeterías. Cada rincón muestra el viejo pasado de la capital jordana.
Actualmente por la prosperidad por la que pasa la ciudad y su templado clima, la mitad de la población del país se concentra en la zona de Amán. Los barrios residenciales de la capital están formados fundamentalmente por avenidas y calles intachablemente alineadas y rodeadas por elegantes viviendas blancas, ya que la normativa municipal determina la utilización de la piedra de la región en los muros de las viviendas.
En cambio, el centro es mucho más tradicional y antiguo. Allí encontrareis comercios más pequeños que venden y fabrican prácticamente de todo, desde artículos del hogar hasta joyería.
Los ciudadanos de Amán son educados, hospitalarios, multiculturales y forman una sociedad muy diversa. Dan la bienvenida amigablemente y muestran muy orgullosos su vibrante y fascinante ciudad.
Algunos taxis de la ciudad no cuenta con taxímetro, por lo que la tarifa con el taxista se suele negociar cuando se llega al destino. Muchos taxistas no llevan mucho cambio, así que lo aconsejable es pagar con monedas y billetes pequeñas cuando se toma un taxi para ir a cualquier destino.
Alojamientos
En Amán se concentran un sinfín de hoteles de 5 y 4 estrellas con magnificas cafeterías, restaurantes y tiendas. Los hoteles de alta categoría cuentan con instalaciones totalmente equipadas para reuniones, congresos, piscinas, centros de fitness y spas.
Pero si vuestro presupuesto es más ajustado, en el centro, se localizan distintos hoteles más modestos de una a 3 estrellas.
Restaurantes
La capital jordana, tiene una gran variedad de restaurantes de distintas nacionalidades, desde la italiana a la desconocida de Mongolia.
Pero lo más recomendable es probar la gastronomía tradicional, para esto, podéis escoger entre una gran diversidad de restaurantes, algunos tienen además espectáculos en directo.
Las cafeterías, tanto las más modernas como las tradicionales, son un lugar de reunión y se puede encontrar una en prácticamente cualquier calle. También, podréis hallar numerosas pastelerías y cadenas conocidas de restaurantes que sirven comida rápida.