Os proponemos varias rutas por Valladolid de la mano nada menos que del gran escritor Miguel Delibes, que os invitará recorrer comarcas y pueblos pequeños vallisoletanos, que es la mejor forma de acercarse y conocer la provincia de una forma completamente distinta.
En cada destino, Delibes halló detalles de paisanos, paisaje, plantas, costumbres del campo o animales que paso a sus escritos. No hay mejor forma de disfrutar de Valladolid, que por medio de los libros de Delibes.
Las perdices del domingo
La ruta esta forma por cinco localidades de la provincia de Valladolid: Olmedo, Villanueva de Duero, Tordesillas, Villafuerte de Esgueva y Villanubla. Delibes, los nombre en su libro como lugares de paso hacia otras provincias y regiones españolas, como cazaderos frecuentes, como una excusa para recordar la juventud, etc.
Acercarte a estos pueblos por medio de esta ruta propone revivir las experiencias que narra Miguel Delibes en este libro, pero además es adentrarse en localidades que siempre han sido territorio del escritor. Es una nueva forma de descubrir los animales, paisajes, costumbres, el lenguaje rural y plantas. Una ruta con estilo muy castellano.
Diario de un cazador
El protagonista del libro es Lorenzo, este veden de instituto joven lleva una vida común en Valladolid entre semana y los domingos caza por la provincia.
En esta obra, se mezcla pueblos reales con otros inventados. Paisajes que aún se pueden recorrer.
Mi vida al aire libre
Este libro, fue un repaso por las actividades deportivas de Miguel de Libes. Se remonta hasta sus primeros años y se prolonga en el tiempo, hablando de paseos en bicicleta o moto, caza, del tren burra, de la pesca de cangrejos, de los baños en el río, etc.
Con esta ruta, conocerás la provincia de parte a parte por medio de dos áreas que más influyeron al escritor, la que va desde la capital vallisoletana hasta Medina de Rioseco, y la que reúne los valles de Esgueva, Jaramiel y Duero desde la Valladolid hasta Peñafiel.
El último coto
Este libro fue el último sobre caza que escribió Miguel elibes. Verdaderamente hubo un último coto para él, El Bibre, que reunía entonces los municipios de San Salvador de Hornija, Bercero, Marzales, Vega de Valdetronco y Gallegos de Hornija. En la década de los años cuarenta y cincuenta cazó ahí con Genuino Reglero, posteriormente volvió con el hijo de su amigo.
Las laderas y páramos que se nombran en esta obra, son los últimos que pisó Delibes en busca de animales de pluma y pelo.