En nuestro recorrido por las diferentes lugares como destino para las próximos vacaciones, esta vez nos detenemos en la Semana de Pasión granadina, entre olivos y palmas, para el Domingo de Ramos comenzar con los primeros redobles de tambores y recibir posteriormente la pasión, muerte y resurrección de Jesús. En una Fiesta declarada de Interés turístico Internacional.
El Miércoles Santo por la noche la ciudad se muestra emocionante, excepcional y espectacular, cubriéndose con tonos dorados, morados y rojos. Los pasos que se incluyen en la procesión son María Santísima del Sacromonte y el Cristo del Consuelo.
El paso del Cristo de los Gitanos, recorre las colinas del Sacromonte, mientras se encienden grandes fogatas entre las viviendas y cuevas donde viven los gigantes, donde tienen lugar las enigmáticas zambas.
El Jueves Santo por la noche el protagonismo de centra en el Albaicín. En un mismo espacio, encontrará la Virgen de la Aurora, de la Concha y la Estrella, mientras el paso del Cristo del Silencio procesiona al son del tambor, con un silencio conmovedor y respetuoso.
Pasada las doce de la noche, el Albaicín se vuelve un medallón de estampas, entre las estrechas calles, que le dan un olor y un color muy especial.
El Viernes Santo, se reúnen cientos de granadinos que rezan y solicitan las tres peticiones tradicionales. Ese mismo días, en el Convento de los jerónimos al anochecer tienen lugar las Chías, son los que ocupan cargos en la vieja inquisición y que van vestidos con bordados, plumas y tocando los timbales y fanfarrias encabezando el desfile de la Soledad de San Jerónimo.
El cortejo es muy sorprendente con capirotes puntiagudos de un tono amarillo intenso, tropa de soldados romanos y escuadra. También, otros personajes que representan a la Virgen, las tres Marías, José Nicodemus, José de Arimatea y San José.
El Sábado Santo es el momento propicio para acompañar a la procesión de Santa María de la Alhambra.
A nivel provincial destacan las Semana Santa de algunas localidades como Loja, Cuevas del Campo, Motril, Huescar y Almuñécar. Todas clasificadas como de Fiestas de interés turístico, lo que da una sensación de su belleza y mérito